14/8/07


dali.urvas.lt
Contemplar un cuadro inacabable, infinito que se recrea frente a cada mirada. Cuanto más lo miras más elementos surgen desde su fondo onírico. La imagen del filósofo que aparece y desaparece como un guiño. No hay sabiduría sin ironía. Imagen doble escondida en primer plano, en un mercado, el mismo recurso de Poe en La carta robada, para esconder algo no hay nada como dejarlo a la vista. De rigurosa aplicación en el amor.

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