9/4/07



Ahora se desvanece el miedo.
La soledad pegajosa está a mi lado, pero ya no me cubre, es mi compañera . Puedo mirarla, hablarle; ya somos dos, la reconozco cercana. Aunque este encuentro sea el primero, se diría que nuestras citas fueron habituales.
-Quédate conmigo.

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